Se tiene la creencia de que los dispositivos tecnológicos no deberían ser de primera necesidad para las personas de escasos ingresos. Es más, se juzga cuando estas logran adquirir aparatos de último modelo. ¿Qué tan sesgado es este pensamiento?
Con el pasar de los años los avances tecnológicos se volvieron cada vez más frecuentes. Es común que una compañía de celulares o automóviles lance distintos modelos con poco tiempo de diferencia. En el desarrollo de la ciencia, sociedad, educación y salud influye la tecnología. En ese contexto, ¿por qué se considera que un sector sea más necesitado de esta que otros?
Un estudio de la Universidad de Harvard señala qué tanto juzgamos a los sectores de bajos recursos cuando estos adquieren bienes considerados “innecesarios” para ellos. Los resultados advierten un sesgo latente en la sociedad del concepto discriminatorio que tenemos sobre la tecnología. En base a esto, para una gran cantidad de personas los avances tecnológicos serían exclusivos a los grupos económicamente estables.
Necesidades básicas
Según los resultados del estudio de la universidad estadounidense, las personas que poseen mayor poder adquisitivo no tendrían que enfrentar comentarios negativos a la hora de comprar algún producto de alta calidad. Por el contrario, los compradores de bajos ingresos son en su mayoría juzgados al realizar una compra. Dentro de los productos que pueden adquirir ambos sectores, se encuentran los dispositivos o servicios tecnológicos; sin embargo, la aceptación social está inclinada para el primer grupo mencionado.
Serena Hagerty es la autora de este estudio. Ella explicó que hay una concepción sesgada sobre las necesidades de las personas de bajos recursos al creer que estas necesitan reducir sus exigencias a la hora adquirir productos o servicios, y no solo se trata de reducir la calidad de estos, sino también de prescindir de ciertos servicios que los sectores de clase media y alta pueden tener acceso sin ser mal vistos.
Productos “lujosos”
Bajo la premisa mencionada, se ha considerado la tecnología como un “bien innecesario” entrando a la categoría de lujo para los sectores de bajos ingresos; sin embargo, esta es considerada básica para las demás personas. En consecuencia, la urgencia en la adquisición de un celular o una computadora se encuentra regulada bajo un medidor del nivel económico del que desea adquirir el producto.
Debemos tener en cuenta que, si bien los recursos de grupos sociales varían, las necesidades de conectividad y calidad en los productos adquiridos deben de ser medidas equitativamente, y no bajo sesgos discriminatorios. Además, se debe tener en claro que la tecnología es cada vez más imprescindible en la vida diaria de las personas, sin importar el sector al que pertenezcan. Por lo tanto, crear trabas discriminatorias solo aumentará las brechas ya existentes entre los grupos sociales.
M.U