Los primeros efectos secundarios en los ensayos de la vacuna contra la COVID-19

Siendo una de las enfermedades más mortales del siglo XXI, la búsqueda de la vacuna contra  el coronavirus es la tarea más difícil que ha caído en los hombros de científicos y médicos a nivel mundial.

A pesar de esto, la carrera por ser los primeros en conseguir la vacuna ha conseguido que algunos países ya empiecen con la fase 3, la última,la que consiste en probar la dosis en voluntarios y estudiar los resultados.

El Centro de Investigación de Vacunas de EEUU con la ayuda de  la compañía Moderna y,  la Universidad de Séchenov en Rusia, fueron los primeros en dar a conocer los efectos secundarios de sus vacunas en sus voluntarios.

EE.UU y compañía Moderna

Ian Haydon de Seatle, es uno de los voluntarios en el ensayo que realizo la compañia Moderna. El hombre de 29 años sufrió una reacción adversa a la dosis inyectada. Según cuenta el diario médico “STAT”, luego de 12 horas de recibir su segunda sosi, Ian tuvo fiebre de 39,5 ° y tuvo que acudir a un centro médico.Después de ser dado de alta en urgencias, Haydon se fue a casa, donde sufrió un desmayo.

 Universidad de Séchenov 

El informe realizado por la universidad de las pruebas realizadas en rusia, que comenzaron el 18 de Junio, explica el suceso que le ocurrió a los  primeros voluntarios del estudio. Estos experimentaron un leve  aumento de la temperatura y dolor de cabeza en las horas siguientes a la toma. Sin embargo, según la investigación, los síntomas se detuvieron en un día.

Además, las personas que personas que ya recibieron  las dosis están en habitaciones del centro médico  y en contacto con los investigadores. Aparte de eso, Rusia está trabajando  en una dosis liofilizada (proceso de deshidratación) de la vacuna, es decir, una versión en polvo para la preparación de una solución y la posterior inyección intramuscular.

 No hay que tener miedo

SI bien aún estos ensayos dan miedo y generan intriga a las personas, Ian Haydon afirma que :””Hay que encontrar una dosis que haga que el cuerpo produzca anticuerpos, pero que no provoque demasiados efectos secundarios”. Y,  aunque su historia parezca aterradora para algunas personas,  esto quizás logre contrarrestar la desesperación por sacar una vacuna al mercado.

J.D.